sábado, diciembre 16, 2006

Caballo grande...

"Caballo grande, ande o no ande"
Version cubana moderna: Caballo grande ... Da mas carne!!
Este es un refrán bien cubanazo. Siempre que lo he oído ha sido en referencia al tamaño de alguna dama. Parece que algunos cubanos tienen algún sentimiento atávico que los hace ver a una mujer grande, hermosa de cualquier forma. Pero lo que me hizo pensar en el valor nutritivo del animal fue una anécdota que me contó una fuente que me merece la máxima credibilidad. Sucedió en un pueblo de la campiña cubana, en la década de los 90, es decir en plena época de “la canina generalizada”. Los cubanos tomaron como propio el famoso proverbio asiático que “todo lo que camine, vuele o nade es comestible” Al embate de esta filosofía, heredada de los émulos de Confucio, comenzaron a ser considerados “caza” diversos animales o especies que prefiero ni nombrar aquí para no estropear el apetito de mis escasos lectores. Los caballos se convirtieron en una de la especie mas cazada, con el horror de sus dueños que se veían privados de los servicios de sus nobles compañeros. Pues bien, había un guajiro macho, que se propuso evitar que su amado “Palmiche” terminara hecho hamburguesa en la mesa de algún “paladar” habanero. Este campesino no escatimaba cuidados y vigilancia y llego a poner a dormir a su cuadrúpedo en la sala del bohío con las consabidas protestas de su conyugue. Para no hacer larga la historia, nuestro héroe fue un buen día a recibir los servicios del fígaro del pueblo y tomando las debidas precauciones dejo amarrado al equino en una posición donde desde la silla del barbero podía ver en todo momento la cabeza del animal. Así relajado comenzó el baile de la tijera y el peine por un rato. Y aquí el desenlace terrible: En medio de los cortes finales, un amigo que entraba en la barbería con mucho cuidado le pregunto al guajiro si no había “notado algo raro con su caballo”. Cuentan los testigos que los gritos y llantos del pobre hombre rompían el corazón a los presentes. Los hábiles cuatreros habían dejado solo la cabeza del animal clavada en una estaca y se habían llevado el cuerpo para sus negocios alimenticios! Palmiche a pesar de las precauciones de su dueño termino sus días en el Paladar de Olga, la famosa Olga de los tamalitos con doble personalidad y nuestro amigo tuvo que usar una destartalada bicicleta china (otra vez los asiáticos!) como medio de transporte. Sirva esta estampa real como una muestra de la crueldad a la que puede ser empujado el ser humano bajo un gobierno tiránico y represor.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pican, no pican, los tamalitos de Olga! Olga la tamalera...

Vanessa del Pino dijo...

Ja, ja... en esta te has pasado...

NG la Banda dijo...

pasado bueno o malo? te pregunto porque cuando por ejemplo un peruano te dice: te pasaste cholito! quiere decir que te esta agradeciendo por un gesto bueno, pero si te dice: Pucha, que este pata se pasa! te esta recriminando una mala acción...

Mi película inolvidable!

Mi película inolvidable!

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