sábado, diciembre 16, 2006
El que nace para tamal...del cielo le caen las hojas!
Es muy difícil saber si uno “nació para tamal”. Para pelotero casi seguro. La primera vez que agarré un guante de pelota para jugar en el piten del barrio llegue a casa llorando con tremendo chichón en la cabeza. Era como si tuviera un imán en el moropo y no en el guante. Para cantante, seguro se sabe enseguida! Si llega a su casa bañado en tomate pues no hay nada que hacer. Aunque en Cuba probablemente un mal cantante saldría del escenario lleno de chichones. No hay tomates que tirar, solo piedras… y esto de los chichones me ha hecho reflexionar un poco. Antes en cualquier barrio de la Habana, los niños cuando entraban en una gresca, esta casi siempre terminaba con el consabido intercambio de pedradas y se podía esperar que alguno saldría del altercado con la cabeza “partía”… y ahí mismo finalizaba el enfrentamiento. Todos los chamacos salían echando un pie y la madre del herido en combate tenia que salir corriendo con él acuestas y un pañuelo apretado en la herida que se iba tiñendo con la “heroica sangre del caído". Hoy en día los niños en Cuba no se rompen la cabeza, y no es por falta de piedras ni de trifulcas (la escasez no ha llegado a las piedras todavía, aunque ya quizás se este trabajando en eso) He visto con mis propios ojos como le rebota en el guiro, a un chamaco cubano contemporáneo, un tremendo seboruco y el chiquillo ha salido librado con solo un chichón, bueno tremendo chichón. Nada de casa de socorro ni de puntos ni de derramamientos heroicos de sangre, que por demás podría ser muy peligroso por la ausencia de hemoglobina en la sangre cubana del periodo especial. Y entonces me pongo a pensar y me pregunto: Que ha cambiado en la cabeza del niño cubano del periodo especial? Ahora que Darwin esta siendo cuestionado por razones obvias (A nadie le gusta tener un pariente aunque sea lejano que se cuelgue por el rabo de los arboles!) no será esta una prueba de la capacidad de los organismos vivos para adaptarse al medio hostil que los rodea? Existirá algún mecanismo de selección natural-cambio genético que haya permitido a los niños cubanos generar una capacidad defensiva para no romperse la cabeza sabiendo que les podría costar la vida? Interesante, no? Esta teoría se la dejo de estudio individual a los investigadores del “polo científico”. Desde ya estoy donando cualquier diploma o reconocimiento que quieran otorgarme como fondo para comprarle un ano nuevo a Castromort. Bueno a lo que iba, aunque usted no sepa si nació para tamal trate de averiguarlo antes de que su agente de viaje le venda ese tentador paquete a las bellas playas cubanas. No se deje engatusar y recuerde que si usted verdaderamente nació para tamal su vida en la isla esta en grave peligro!
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