El síndrome del Globo de Cantolla

Entre los globos y globeros famosos del dicharachero popular cubano, al lado del mismísimo Matías Pérez, se encuentra el mexicano Joaquín de la Cantolla y Rico y su famoso globo de Cantolla. Por alguna razón, escondida en los vericuetos de la historia este mexicano dejo una huella en el lenguaje jocoso de la isla pues para los cubanos algo que se infla más allá de lo razonable y termina explotando estruendosamente, revienta como el globo de Cantolla.

Y mi digresión de hoy esta asociada a algo que ya se ve venir: La explosión del tremendo globo de Cantolla del precio del petróleo, o la Burbuja Petrolera, como le gusta decir a los entendidos analistas. Quizás me este apurando un poco en afirmar que “ese globo ya esta perdiendo aire”, pero es que a la luz de los últimos acontecimientos en que el precio del crudo ha bajado 15 porciento en menos de una semana batiendo records históricos para ese tipo de movimiento a la baja, no puedo menos que desempolvar mi optimismo y pensar que los días de las violaciones a mansalva en las gasolineras ya están contados.

Además no tendría nada de raro que un evento de esa naturaleza cantollesca ocurriera con el mercado del petróleo pues en la última década (1998 – 2008) he visto explotar estrepitosamente un par de no menos inflados globos de Cantolla.

Quien no recuerda la terrible conmoción de la implosión del mercado bursátil en los años finales de la administración Clinton? Y mas recientemente el sonoro estallido del mercado de real estate? Al perecer las sucesiones de explosiones de “esferas inflamadas” en la economía se están haciendo más frecuentes, pues en el siglo pasado la más famosa y que algunos abuelitos de más de ocho décadas de edad todavía recuerdan fue crack bursátil del año 1929.

Por cierto que al contrario de Cantolla y de otros celebres globeros que usaban aire caliente o gas (noble, menos pesado que el aire…no se vayan a imaginar otra cosa!), los infladores o especuladores en este caso de estos “globos” económicos utilizan como "relleno", el dinero del prójimo, que siempre termina en sus faltriqueras después de la inevitable explosión.

En fin, esperemos que este globo como el de Cantolla, siga las leyes naturales de la mecánica y sucumba a la tremenda presión que esta causando en los bolsillos de los pobres mortales. Y ahí los dejo con Esperanza… que si esta viva y siempre es la ultima en irse de la fiesta (o del velorio).

Vea la explosión del globo de Cantolla aquí!