Saliva de cotorra

Sustancia misteriosa, pegamento universal, que por cierto nunca pude ver en acción pues su misma esencia mística escapaba a mi realidad infantil. Que se le cayó una pieza a un juguetico chino,hecho en Shangai por aquel entonces, y el niño venia llorando con los pedazos en la mano, pues la abuelita sentenciaba con argumento lapidario: No te preocupes mijito que eso lo pegamos con saliva de cotorra.

Lo cierto es que yo personalmente siempre dude mucho de las propiedades cohesivas del fluido aviar y aunque personalmente nunca tuve una cotorra cerca para tratar de obtener el “pegamento” el hecho mismo de que nunca lo vi en acción fue suficiente para que a mi corta edad me diera cuenta que eso era una tremenda jodedera de los adultos. Definitivamente ni la saliva de cotorra ni la saya de mi madrina nunca fueron buenos aglutinantes*.

Y toda esta remembranza pegolinica me vino a la mente leyendo un artículo sobre el señor Gene Sharp, un profesor universitario que ha dedicado su vida a desarrollar un método para derrocar dictaduras de forma pacífica. Lo que más me llamó la atención del artículo fue la siguiente aseveración:

“…Según Sharp, la pérdida del miedo fue una de las principales razones por las que el levantamiento popular de Egipto logró acabar con el régimen de Hosni Mubarak con tanta rapidez. El miedo sirve como el pegamento que mantiene cohesionadas todas las piezas de la estructura de poder, y ``si la gente pierde el miedo, la dictadura entonces corre grandes peligros''. Fin de la cita.

Juzguen ustedes mismos. Definitivamente en Cuba esa máxima es lapidaria. En nuestra isla el miedo a abrir la boca para criticar, temiendo que cualquiera te puede delatar es lo que ha mantenido al régimen en el poder sobre todo en los últimos años. En mi modesta opinión, ahora que ese “pegamento” tiránico del que habla el Profesor, en Cuba parece haber salido de las papilas gustativas de una cotorra, parecería el momento ideal para comenzar a usar el método “Sharp” para acabar de una vez con los inmundos vejestorios que martirizan a los cubanos.

Y se me ocurre precisamente que la mejor manera sería comenzar a difundir su obra entre los cubanos de la isla, que por cierto gran parte de ella es de dominio público y se pude obtener aquí. Quizás podríamos de una vez y por todas librarnos del “meao de cotorra” que nos cayó encima hace ya la friolera de mas de 50 abriles…ustedes deciden!.

*Por aquello de..”eso no pega ni con cola ni con colina…ni con la saya de tu madrina”